El gobierno chino respondió ayer con contundencia al
anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que impondrá
aranceles adicionales a productos del país asiático, con movimientos que
hicieron crecer el riesgo de una guerra comercial entre las dos mayores
economías del planeta y su potencial efecto de lastrar el crecimiento global.
La mayoría de las plazas bursátiles del mundo cayeron en terreno negativo, al
igual que las monedas de países emergentes, en la medida en que los gestores de
inversiones trasladaban el dinero a activos considerados de mayor seguridad:
oro y dólar.
Por la tarde, Washington calificó al gobierno chino de
manipulador de monedas y pidió al Fondo Monetario Internacional emprender
acciones para eliminar lo que a su juicio es una ventaja irregular de Pekín
para favorecer su comercio.
Este lunes, hora de Pekín, el gobierno chino dejó que su
moneda, el yuan, se depreciara a poco más de siete unidades por dólar, nivel
mínimo en 11 años, con lo que abarató sus mercancías en el mercado
estadunidense, algo que podría elevar el déficit comercial estadunidense con la
nación asiática, lo cual ha sido criticado de manera continua por Trump.
Al mismo tiempo, Pekín prohibió a todas las empresas
estatales chinas comprar productos agrícolas de Estados Unidos, medida que
afectará a productores que constituyen la base electoral de Trump, lo que
también puede elevar el déficit comercial estadunidense con China, actualmente
por 167 millones de dólares, de acuerdo con datos actualizados a junio pasado.
Así, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos
calificó a China de manipulador de monedas, señalamiento que no conlleva en
automático nuevas sanciones a corto plazo pero refleja un incremento de la
escalada de tensiones entre ambos países.
El valor de la divisa china llegó a 7.05 por dólar, su
nivel más bajo desde 2008, caída de 1.56 por ciento. El tipo de cambio de
referencia que previamente estableció el banco central chino fue de 6.92 por
billete verde.
Donald Trump calificó la baja del yuan de violación. La
última vez que la Casa Blanca puso a China en una lista de manipuladores de
divisas fue en 1994.
El gobernador del banco central chino, Yi Gang, declaró
que su país no utilizará el yuan de herramienta para afrontar turbulencias
externas ni se involucraría en una devaluación competitiva.
Un asesor de Pekín dijo que aunque el banco central se
había estado preparando para una depreciación, ésta fue impulsada por el
inesperado anuncio de Trump sobre los nuevos aranceles.
Asimismo, el acentuamiento de la disputa comercial hace
prever una mayor desaceleración económica mundial.
En Nueva York, el índice Dow Jones bajó 2.9 por ciento, a
25 mil 717.74 unidades, mientras el Standard & Poor’s 500 cayó 2.98, a 2
mil 844.74. El Nasdaq perdió 3.47 por ciento, a 7 mil 726.04 puntos.
En los mercados latinoamericanos predominaron las
pérdidas, siendo las más marcadas en Bogotá (-2.62 por ciento) y Sao Paulo
(-2.51).
Las caídas en las bolsas europeas estuvieron encabezadas
por la de Londres, con -2.47 por ciento, y la de París, con -2.19.
En Asia estuvieron lideradas por la de Hong Kong, con
-2.85 por ciento, y Seúl, -2.56. En el caso del índice de Shanghái, éste perdió
1.62.