En 2015, el mundo se comprometió a lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 para “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. El ODS 4, además de una meta inspiradora, es un aspecto esencial para el bienestar de nuestras sociedades y economías, y para la calidad de vida de todas las personas.
El Banco Mundial destaca que 65 millones de niños no van a la escuela y cerca del 50% son menores con discapacidades
Hoy, 65 millones de niños en edad escolar no van a la escuela y cera de la mitad de ellos son niños con discapacidades. Incluso los niños discapacitados que se matriculan tienen menos probabilidades de finalizar la escuela que otros niños. Según algunos cálculos, menos del 5 % de los niños con discapacidad se graduarán. Esto ha causado que solo el 3 % de adultos con discapacidades esté alfabetizado, y de manera increíble que solamente el 1 % de mujeres discapacitadas sepa leer y escribir.
La exclusión de los niños discapacitados se agrava por la percepción dominante de que la discapacidad es una desventaja, y las creencias que la escuela les sirve a los estudiantes con discapacidades para socializar y no para aprender. Negar a los niños discapacitados el derecho a la educación refuerza las actitudes y presunciones comúnmente sostenidas de que ellos tienen menos capacidad, colocándolos en una situación aún más desventajosa.
Con mejores planes y políticas educacionales se puede romper el ciclo de la exclusión. Los profesores que han sido formados para reconocer y ayudar a aprender a los niños con discapacidades pueden lograr cambios. De la misma manera que lo pueden hacer dispositivos y aparatos de asistencia, como algo tan simple como un par de anteojos de USD 2 para un niño que tiene problemas para leer en un pizarrón. Las políticas de educación acertadas tienen en cuenta el carácter interdependiente de la discapacidad, el género, el conflicto y el lugar.
El Banco Mundial señala que se ha comprometido plenamente con una educación que integra a las personas con discapacidad. En ese sentido, apunta que está aplicando cada vez más la perspectiva de la inclusión social en la educación, lo que permite una visión integral acerca de la discapacidad y el desarrollo.