El Senado de la República aprobó sin cambios, en lo
general y en lo particular, la reforma que planteó la Cámara de Diputados en
materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva.
Con ello, se busca elevar la productividad, generar
beneficios tanto a los patrones como a los trabajadores, mejorar las
condiciones de trabajo y recuperar la confianza de la justica laboral.
Se planteó que las cuotas a los sindicatos deben ser
voluntarias y no obligatorias y que los patrones no pueden descontar directamente
de la nómina las aportaciones de los trabajadores a los sindicatos. De la misma
forma se frena el Outsourcing.
Por otra parte, se elimina el voto a mano alzada para
elección de líderes sindicales, pues estos serán sujetos al voto personal,
libre, directo y secreto, y se instauran mecanismos para garantizar que los
trabajadores sean realmente representados por los sindicatos, lo que frenaría
los sindicatos " blancos" o de protección patronal.
El presidente de la Mesa Directiva, Martí Batres Guadarrama,
destacó que esta reforma es resultado de una larga lucha de los trabajadores
mexicanos por la democracia y la libertad sindical, por el salario y mejores
condiciones de vida.
Responde también, agregó, a los compromisos del Estado
mexicano derivados de la enmienda constitucional de 2017 y a los tratados
internacionales como el Convenio 98 de la Organización Internacional del
Trabajo y el Tratado México-Estados Unidos-Canadá.
Por mayoría, la Asamblea rechazó las reservas que
presentaron senadores del PAN, PRI, PVEM, PRD y Movimiento Ciudadano para
modificar diversos artículos del dictamen.