El gobierno de Brasil declaró ayer que está dispuesto a
aceptar la ayuda de 20 millones de dólares ofrecida por el G-7 para combatir
los incendios en la Amazonia, siempre y cuando controle los recursos. Horas
antes, el presidente Jair Bolsonaro condicionó recibir la asistencia a que su
homólogo francés, Emmanuel Macron, retire los insultos que dijo en su contra.
Macron menospreció el desaire de Bolsonaro. Señaló que la
interpretación del gobernante brasileño era un error y que el dinero no era
sólo para Brasil, sino para los nueve países de la vasta región de la selva
amazónica que abarca Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Guyana,
Surinam y Guayana Francesa, aunque aproximadamente 60 por ciento de la Amazonia
está en Brasil.
Bolsonaro, quien asegura que la situación está bajo
control, se jactó también del apoyo del mandatario estadunidense, Donald Trump,
quien en un tuit escrito después de que el mandatario brasileño exigió
disculpas a Macron, elogió los esfuerzos de su aliado brasileño. Está trabajando
muy duro en los incendios en la Amazonia y en todos los aspectos está haciendo
un gran trabajo por la gente de Brasil, tuiteó el magnate.
El gobierno brasileño también dio a conocer que aceptó la
donación de 10 millones de libras para combatir los incendios.
La selva amazónica perdió mil 114 kilómetros cuadrados,
el equivalente al área de Hong Kong, en los primeros 26 días de agosto, informó
el diario The Guardian, de acuerdo con datos de la agencia de vigilancia
satelital del gobierno brasileño. El reporte, que no incluye daños causados por
incendios, registró el mayor aumento de deforestación desde 2015.